Un año más hemos celebrado la hoguera de San Juan, el solsticio de verano.
Con nervios y emoción a la vez, sobre las diez y media de la noche nos acercamos todos al barrio de abajo (al barrio Legarzia) a participar en la noche de San Juan.
Con un cielo estrellado y una recién estrenada luna creciente, las primeras llamas de la hoguera ascendían chisporroteantes hacia las estrellas y poco a poco nos iban atrapando con su calor. La magia del fuego se iba apoderando de nosotros que no podíamos apartar nuestros ojos del crepitar de la madera y el baile de las llamas.
Hicimos un pequeño ritual y quemamos en la hoguera aquellos sentimientos, emociones y pensamientos que no nos gustaban y que queremos cambiar. En un trozo de papel quedó escrito esto, y luego lo lanzamos a la hoguera, para que el fuego purificador nos ayudara a limpiarnos.
La hoguera era bastante grande y un poco difícil de saltar, sobre todo para los más peques. Pero bueno, los más valientes se atrevieron a saltarla cuando todavía las llamas eran bastante altas.
Así que los más peques hicimos una minihoguera y con la ayuda de Gloria y Raúl nos organizamos para saltarla sin chocarnos.
Aquí en la Galería, podéis ver más fotos de esta noche.
Colaboración y fotografías de Ana Urtasun.
Zuen iruzkinak – Vuestros comentarios